aqui hay dragones
Pues allí estaba como un clavo, en la explanada de Fragacedos, al llamamiento de LA BOTA, ya en su tercera edición. Un magnífico recorrido hasta la Fuente de la Teja, por unos caminos que no estaban tan mal, habiéndose endurecido el barro y el aire habiendo borrado algunos charcos. Llegamos los seis a este oasis del sur de los madriles, siendo por unos minutos sus únicos visitantes. Allí comenzó el culto a LA BOTA, lo que viene siendo una exaltación del cuero y vino de la cual los más jóvenes de la grupetta miraban con recelo y que presidía la mesa, rodeado de chorizo, salchichón, morcilla, acompañado de un pan calentito comprado en la misma Plaza de Torrejón de Velasco. Cualquier ciclista que pasaba a nuestra vera era convidado a pegarse un tragito de vino, pero quizá el crono, la media, o esa falta de la cultura del vino que invade las mesas españolas en los últimos años, hizo rehusar la invitación a esta mesa de tan peculiares ciclistas.